Camino de Luz (Arte y Política)
Dicen que si no quieres entrar en controversia en una amena reunión con amigos, no toques el tema de política o religión. La razón es simple, se tocan principios morales y filosóficos que tienen que ver con nuestra estructura interna y somos, sobre todo, férreos defensores de lo que creemos, es lo correcto.
Pero hay una gran diferencia en nuestra opinión política y religiosa, y la agenda interna que manejan los partidos políticos y las agrupaciones religiosas, sin embargo las dos estructuras tienen tanto en común.
Son estructuras organizadas bajo un credo, tienen una agenda propia, y hay clase política gobernante y gobernados o clero y laicos, los intereses propios de la estructura están por encima de cualquier otro interés, y sus creencias particulares están por encima aun, del sentido común y la razón
.
Es por eso que en el México actual, debemos convertirnos en ciudadanos comprometidos con la participación política, exigentes ante las autoridades de más espacios ciudadanos en la agenda política nacional, no quitar el dedo del renglón de la participación ciudadana por medio de candidaturas independientes, buscar disminuir el gran poder que actualmente tienen los partidos políticos por medio de la reelección de legisladores, para que se vuelvan a el pueblo que los eligió y busquen ser recompensados por su desempeño y no como borregos a las decisiones de sus líderes de partido.
Cuando no estamos contaminados con prejuicios políticos y religiosos, podemos ver y pensar libremente y darnos cuenta claramente que es lo correcto. O en palabras más sabias, “conocerás la verdad y esta te hará libre”.
Dicen que si no quieres entrar en controversia en una amena reunión con amigos, no toques el tema de política o religión. La razón es simple, se tocan principios morales y filosóficos que tienen que ver con nuestra estructura interna y somos, sobre todo, férreos defensores de lo que creemos, es lo correcto.
Pero hay una gran diferencia en nuestra opinión política y religiosa, y la agenda interna que manejan los partidos políticos y las agrupaciones religiosas, sin embargo las dos estructuras tienen tanto en común.
Son estructuras organizadas bajo un credo, tienen una agenda propia, y hay clase política gobernante y gobernados o clero y laicos, los intereses propios de la estructura están por encima de cualquier otro interés, y sus creencias particulares están por encima aun, del sentido común y la razón
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Es por eso que en el México actual, debemos convertirnos en ciudadanos comprometidos con la participación política, exigentes ante las autoridades de más espacios ciudadanos en la agenda política nacional, no quitar el dedo del renglón de la participación ciudadana por medio de candidaturas independientes, buscar disminuir el gran poder que actualmente tienen los partidos políticos por medio de la reelección de legisladores, para que se vuelvan a el pueblo que los eligió y busquen ser recompensados por su desempeño y no como borregos a las decisiones de sus líderes de partido.
Cuando no estamos contaminados con prejuicios políticos y religiosos, podemos ver y pensar libremente y darnos cuenta claramente que es lo correcto. O en palabras más sabias, “conocerás la verdad y esta te hará libre”.